Caminando al altar vestida de novia, con el aroma de la lluvia que refresca los pensamientos y la tierra que se moría de sed igual que mi alma. Caminando con pasos seguros y rápidos con una imperiosa necesidad de mirarlo y tenerlo a mi lado para siempre. Escucho los pájaros que secan sus alas y cantan a la primavera, al verdiante a la esperanza, escucho el palpito de mi corazón y el de mi amado y siento como resuena en mis oídos convirtiendose en una melodía que alimenta mi Espíritu.
Caminando con sedas y tules que revolotean con el viento en medio de orquídeas y gotas de agua, caminando con las certezas claras de saber que me espera mi Animus encarnado para quedarse en mi vientre y en mi suspirar. Escuchando los susurros de los invitados que se regocijan por ser testigos de la alquimia mística y de estas bodas eternales.
Entre música del Avalon me encuentro con Él, entrecruzamos las miradas como si fuese la primera y a la vez como un momento más de la eternidad que hemos estado juntos. Sonrientes entre la magia que brotan desde nuestras alianzas del claro de luna y rayos de sol, uniendo nuestras manos en la Conjunction Eternae.
Me encanta cómo describiste todo. . .hermoso. : )
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