UNO



ÉL, era un vendedor de libros, en secreto solía llevar los libros del almacén en las noches para leerlos y devorarlos con sutileza y guantes de tela blancos. Sus rituales eran intensos, muy cautelosos y calculados.. en especial cuando tenía esa actitud juguetona por lo prohibido en los libros de su jefe.

ELLA tenía un picazón en la parte posterior de la rodilla ( esto solía ocurrirle cuando " el destino" -como ELLA solía llamarlo- le iba a dar una lección pronto), cuando le picaba la rodilla izquierda debía buscar lo primero que brillara y acercarse a esa persona ( por suerte no era la rodilla izquierda! ya que llovía y todas las alhajas brillaban sin parar por el reflejo de la lluvia) y cuando le picaba la rodilla derecha debía buscar algo verde... Lo único verde que encontró fue el letrero de la librería Artefénix.

Artefenix


la Librería tiene u olor a humedad. Está ubicada en medio de las casas viejas del Cuzco, las paredes tienen grietas y cuando llueve hay goteras que mojan los libros del sector titulado " informática". En algún momento las paredes eran azules y con el pasar de los años el moho se ha  apoderado de ellas  y han tomado un tono verdoso.
Las grandes puertas de madera están huequiadas por termitas que atacaron hace unos años y se devoraron gran parte de los sueños de hipotecas y adquisiciones.
Los libros usados siempre están confundidos con los nuevos, esto a él le molestaba mucho y trataba de organizarlos entre los anaqueles de metal oxidado.
 En la librería se suele escuchar música de la Radio Amanecer, en la que ponen  jazz y bluss y a las 14:32 sacan al aire el programa de Emanel titulado " Conversando con M" .

El miércoles 21 de marzo del 2010 llueve en el Cuzco y el olor a moho y humedad era insoportable, el sonido de la lluvia es tan fuerte que el programa de la 345AM no se puede escuchar. La puerta con agujeros está cerrada, de esa manera el agua no entra al piso de baldosas descoloridas, en las cuales se solían caer los clientes, en especial las señoritas con taco alto.

ELLA estaba con sus zapatos favoritos color azul de taco 3 y medio y concidencialmente el rótulo de la librería artefénix era verde...

El ombligo



Cuando Ilúbatar creo al ser humano, eones pasados, lo creó a semejanza de él mismo, colocó cada pedazo de su cuerpo en armonía perfecta. Si ponía una mano a la derecha, colocaba otra a la izquierda, de esta manera el hombre era hermoso, sin falla , perfecto.

Cuando Ilúbatar creó a la mujer la hizo también perfecta, mucho más voluptuosa y con curvas más prominentes.

Cuando el día 16 de su creación, hombre y mujer se conocieron, se asustaron y reconocieron como especie común, poco a poco empezaron a jugar juntos, a comer juntos y a dormir juntos.

En el alba del día 22 ELLA despertó temprano, tenía una sensación de cosquilleo en el estómago ( lo había sentido desde el 1ª día que le  espiaba a él sin que lo mirara, también el día 18 y 19 )esta vez era más poderosa, empezó a rascarse, pero cada vez que veía a su nuevo amigo crecía más y más esta sensación.

Los días pasaron y al día 27 los dos seres humanos se descubrieron mutuamente rascándose la barriga, ella describía la sensación como las alas de mariposas jugueteando en su estómago y él como un vacío y vértigo,  como cuando subía a lo alto de una montaña y veía hacia abajo.

El día 33 dicidieron quitarse la sensación, tenían planeado extirparlo con sus uñas esa noche.

Cuando el día 36 llegó con el alba, los dos humanos yacían en su lecho, se habían amado toda la noche y lograron quitarse el picazón de su estómago con un orgasmo en un rayo de luna.

Ahora tenían un agujero en el medio del cuerpo, eran imperfectos, pero felices.