UNO



ÉL, era un vendedor de libros, en secreto solía llevar los libros del almacén en las noches para leerlos y devorarlos con sutileza y guantes de tela blancos. Sus rituales eran intensos, muy cautelosos y calculados.. en especial cuando tenía esa actitud juguetona por lo prohibido en los libros de su jefe.

ELLA tenía un picazón en la parte posterior de la rodilla ( esto solía ocurrirle cuando " el destino" -como ELLA solía llamarlo- le iba a dar una lección pronto), cuando le picaba la rodilla izquierda debía buscar lo primero que brillara y acercarse a esa persona ( por suerte no era la rodilla izquierda! ya que llovía y todas las alhajas brillaban sin parar por el reflejo de la lluvia) y cuando le picaba la rodilla derecha debía buscar algo verde... Lo único verde que encontró fue el letrero de la librería Artefénix.

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